La calavera de Kostenki (AP Photo/ Pedro el Grande,
Museo de Antropología y Etnografía).
Museo de Antropología y Etnografía).
El esqueleto pertenecía a un hombre que vivía en Kostenki, que es parte de lo que hoy es Rusia.
Apodado “el primer europeo”, el esqueleto fue examinado por expertos como parte de un estudio sobre los primeros orígenes de los europeos.
“Desde un punto de vista genético es un europeo. De hecho, está más relacionado con los daneses, suecos, finlandeses y rusos que con franceses, alemanes o los españoles”, dijo Eske Willerslev, Director del Centro de Excelencia en GeoGenetics en la Universidad de Copenhague, y uno de los investigadores involucrados en el estudio.
El propósito del estudio es averiguar cuándo se produjo la divergencia entre las personas que se convirtió en los europeos y los asiáticos.
Algunas revistas científicas han informado que el análisis del esqueleto Kostenki también reveló la presencia de genes de Neanderthal. Hallazgos científicos previos indicaron que hubo un breve período en el que los neandertales y los humanos se reproducían juntos.
“Lo que podemos ver desde Kostenki y otros genomas antiguos es que hace 30.000 años hubo una sola meta-población en Europa. Estos grupos de cazadores-recolectores del Paleolítico se separaron, se mezclaron, se dispersaron y cambiaron, y por medio de genomas antiguos podemos rastrear el hilo genético de su ascendencia compartida”, añadió Willerslev.
El estudio del material de ADN antiguo confirmó que las poblaciones humanas ahora predominantes en Eurasia y Asia Oriental se separaron hace más de 36.200 años.
Los investigadores utilizaron nuevas técnicas para analizar muestras genéticas de la tibia izquierda de un joven que murió hace 38.700-36.200 años.
Fuente: The Local. 19 de Noviembre de 2014.