La pieza descubierta en la isla de Lolland, en Dinamarca.
“Esto es un martillo”, dice la inscripción tallada en un amuleto de metal de 2,5 cm, recientemente descubierta en Dinamarca (Junio de 2014). La etiqueta de identificación, escrita en alfabeto rúnico -usado por los vikingos- la hacen una pieza única entre el millar de obras similares que se han encontrado en Escandinavia, las Islas Británicas, Rusia y los países bálticos, y que se cree representan el arma del dios vikingo Thor.
Su importancia radica en que despeja dudas sobre si el resto de los amuletos encontrados eran, de hecho, martillos, utilizados por hombres y mujeres de la época para su protección. Algunos expertos señalaban que el eje de la pieza es demasiado corto o que las cabezas simétricas hacen creer que no se trata de la herramienta.
“Se trata de un descubrimiento muy importante, ya que es hasta ahora el único martillo-amuleto con una inscripción en él. Otros de la época de los vikingos son conocidos, pero ninguno está escrito. En los últimos años se ha cuestionado la noción de que estas piezas eran representaciones del martillo de Thor. Este amuleto en particular -con la inscripción ‘esto es un martillo’- deja poco espacio para la duda”, explica a La Tercera Anders Rasmussen, arqueólogo del Museo Lolland-Falster, al sur de Dinamarca.
La obra, datada en el siglo X, es en forma y tamaño muy parecida a muchos de los otros amuletos conocidos de la época vikinga. “Este martillo-amuleto con runas es bastante único, como ninguno encontrado antes. Se trata de un descubrimiento que se da una vez en la vida”.
Fue hallado en la isla Lolland en marzo de este año, por el arqueólogo aficionado Torben Christjansen, utilizando un detector de metales. En el país utilizar detectores para buscar piezas antiguas es legal, aunque cada artefacto metálico encontrado debe ser entregado al Museo Nacional, que determina su data y si se le adjudicará finalmente al descubridor. “Hay una muy estrecha colaboración entre los museos y arqueólogos aficionados. Nos beneficiamos de su trabajo”, indica Henrik Schilling, relacionador público del museo, donde actualmente es analizada la pieza.
Ahora pasará a ser parte de la colección del museo, donde será exhibida -probablemente durante el segundo semestre de este año- y, más tarde, depositada en el museo local de Lolland-Falster.
Hoy, la pieza está siendo sometida a preservación y fotografía profesional, pero “hay muchos más estudios por hacer”, dice Rasmussen, tanto con el martillo como en la zona del descubrimiento. “En el mismo campo, otros hallazgos interesantes de la época de los vikingos parecen sugerir la presencia de un taller de metal o un asentamiento rico, así que sería interesante ver si más material del período vikingo surge allí en los próximos meses”, indica el arqueólogo.
Una falta ortográfica
La runóloga Lisbeth Imer, del Museo Nacional de Dinamarca, fue la encargada de traducir la inscripción “Hmar x is”. En un comunicado de la institución, la especialista califica el descubrimiento como único y señala que no tiene dudas de las palabras que contiene el martillo, aunque sí hay una falta de ortografía. “Se le olvidó u omitió la primera vocal de la palabra martillo”, dijo, argumentando que dicha omisión pudo ser por razones de espacio.
“Cuando nos encontramos con muchas de esas pequeñas inscripciones primitivas de la antigüedad, esto apunta a una sociedad donde la alfabetización escrita ha sido tremendamente alta. El sólo hecho de que sabía leer y escribir ha proporcionado al tallador un cierto estatus”, dice.
Fuente: Diario
La Tercera. 2 de Julio de 2014.